Tal vez hayas tenido la suerte de encontrar a esa persona especial con la que te llevas de maravilla, a la que amas, por la que estás dispuesto a darlo todo. Esa persona que quieres que te acompañe desde el primer momento al último, y que disfrute la vida junto a ti. Pero a veces, la convivencia no es fácil y tenemos que adaptarnos, tenemos que ser capaces de entender que no todo va a ser siempre de color de rosa, y habrá momentos malos. Para evitarlos o superarlos de la mejor manera posible, aquí dejamos algunos trucos.
Y es que hay parejas que se llevan de maravilla mientras dura la pasión, pero cuando la rutina empieza a dominarlo todo, cuando ha pasado ya ese momento del enamoramiento intenso y todo se convierte en algo mucho más profundo, pero también menos ardiente, hay que saber equilibrar nuestra rutina con mantener viva la llama de la pasión, algo que no resulta sencillo a veces si vivimos con esa persona. La convivencia puede dar lugar a muchos malentendidos y problemas, que hemos de saber sobrellevar si queremos que la relación llegue a buen puerto.
Tener tu propio espacio y tiempo libre para ti solo
Seguramente ya lo has podido comprobar, pero vivir las 24 horas del día con una persona, en cada minuto, en cada momento, perdiendo por completo toda nuestra intimidad, llega a ser muy complicado por momentos. Estamos totalmente expuestos ante esa persona, y aunque la queremos y la adoramos, también necesitamos un tiempo para nosotros mismos. Ese tiempo a solas debe ir acompañado también de nuestro propio espacio, ya sea en casa o fuera. Un sitio en el que podamos recobrar fuerzas por nuestra cuenta, para llegar más enamorados que nunca a casa de vuelta y disfrutar de la compañía de esa persona que nos espera. Esto sirve para los dos, por supuesto, porque tener pareja, e incluso convivir con ella, no significa tener que estar juntos las 24 horas del día.
Hablar con respeto y no callarse las cosas
Una de las cosas que suelen servir de chispa para iniciar una discusión en la pareja es guardarse las cosas hasta que ya no se puede más, y reventar. Ese momento, en el que sacamos todo lo que llevamos dentro, se vuelve mucho más terrible si hemos pasado mucho tiempo guardando lo que sentíamos, porque la otra persona, además, pensará que hemos estado esperando hasta ese momento para echarle en cara todo eso. La comunicación en la pareja es indispensable, y sobre todo desde el respeto, tratando de entender el punto de vista de la otra persona, aunque nuestra opinión sea la contraria. Si preferimos no hablar las cosas por evitar pequeñas discusiones, al final solo estaremos postergando la discusión más grande.
Saber pedir perdón y perdonar
Estar con una persona es confiar en ella al cien por cien. Incluso cuando otras parejas nos han fallado, debemos atrevernos a darlo todo en el amor, porque de lo contrario siempre estaremos a la defensiva. Y sí, nos pueden volver a hacer daño, y tal vez debamos perdonar ciertas cosas.
Cada cual sabrá lo que está dispuesto a perdonar, pero también hemos de tener en cuenta que el día de mañana podemos ser nosotros los que roguemos el perdón de nuestra pareja, y querríamos que al menos lo tomara en cuenta. Si el amor está por encima de lo que ha pasado, sabremos perdonar, aunque evidentemente, tendremos que ver que esa persona está dispuesta a reparar el daño y que se esfuerza en recuperar nuestra confianza.
Ser empático y no tratar de ganar todas las ‘batallas’
La empatía consiste en ponerse en la piel del otro, en entender qué es lo que puede estar pasando por su cabeza. Ponernos en su lugar para saber porqué está enfadado, hablarlo desde el verdadero respeto, para entenderle mejor. Si queremos ganar siempre, si pensamos que siempre llevamos razón y no entendemos por qué nuestra pareja puede estar mal con nosotros, al final quedaremos como orgullosos vencedores, pero seguramente perderemos a la otra persona. Está claro que en una relación también hay momentos de tira y afloja, y hay que saber equilibrar las situaciones para que no siempre salga el mismo como vencedor, porque eso también puede erosionar la convivencia.
Ser cariñoso y no cansarse nunca de decir ‘Te quiero’
El cariño es la base de toda relación de pareja. Demostrárselo a la otra persona en todo momento ayudará a sentir que la llama está ahí. Ser cariñosa no significa, eso sí, ser un pegajoso y estar todo el día encima de la otra persona. Los besos y abrazos son una forma de cariño, y el decir “te quiero” también, pero hay muchas otras.
Algún detalle pequeño, algún regalo porque sí, una cena especial, unas entradas para su artista favorito… Cualquier cosa que haga que se sienta especial te permitirá recordarle que estás ahí, amando a esa persona y disfrutando de su compañía, y que incluso los momentos malos son mejores con ella a tu lado.