Publicado el 23 febrero, 2021 por Tatiana
mostrar-afecto

Mostrar afecto, una de las claves para mejorar tu relación

Desde hace décadas, los expertos en psicología, antropología, medicina y sociología vienen estudiando cuáles son las necesidades básicas del ser humano, no ciñéndose solo a las más obvias, como comer, dormir o sentirse seguro en un entorno, sino yendo mucho más allá. El terreno emocional siempre ha sido un poco pasado por alto en este sentido, y es que considerábamos que, al fin y al cabo, mientras estuviéramos sanos y seguros físicamente, todo lo demás quedaba en un segundo plano. Sin embargo, cada vez son más los estudios que demuestran que esto no es exactamente así, puesto que contamos con numerosas necesidades emocionales que marcarán también nuestro estado de ánimo, y serán imprescindibles para sentir a gusto en un lugar, en un momento determinado. Dar y recibir afecto es una de esas necesidades primordiales.

El ser humano vive en sociedad, acompañado de otros como él, es nuestra manera natural de convivir. Esto viene de muy lejos, cuando nuestros antepasados debían vivir en tribus y grupos para protegerse de grandes depredadores, o de otros grupos de humanos. La colectividad está marcada en nuestro cerebro como algo positivo, a pesar de que también hay cada vez más personas que quieren olvidarse de todo y reniegan de sus congéneres, aislándose y viviendo por su cuenta. Llevado a un punto mucho más cercano, una relación de pareja también requiere de este tipo de estímulos emocionales, como el cariño y el afecto, no solo para construirse, sino también para mantenerse. Pensamos que una relación se mantiene sola, que una vez hayamos conseguido enamorar a la otra persona todo irá rodado, pero nos damos cuenta, a veces demasiado tarde, de que la rutina puede acabar con todo lo bueno que hemos ido construyendo por no poner un poco más de interés en mantenerlo.

La importancia de demostrar afecto a la pareja

mostrar-afecto-3

Todos, incluso aquellos que asumen que son más asociales, ariscos o poco emocionales, necesitamos dar afecto y también recibirlo. Es algo intrínseco al ser humano y es una de esas cosas que no nos puede faltar jamás, porque nos ayuda a sentirnos realizados, queridos, a estar bien psicológicamente, a entender que hay gente a nuestro alrededor que nos quiere y nos aprecia, gente a la que sin duda le importamos. El afecto es la base de cualquier relación de pareja, y aunque no estamos diciendo que baste solo con eso para tener un buen noviazgo o  matrimonio, sí que ayudará muchísimo a la hora de mantener el interés dentro de una relación, sobre todo cuando pasa el tiempo. Ese amor pasional e intenso que surge al principio, como una chispa, no durará eternamente, y nuestro trabajo es mutarlo en un cariño y un afecto que trasciende lo físico para apuntalar bien la parte emocional.

Cuál es la necesidad del afecto

Vivimos en un mundo en el que todos debemos ser más fuertes, más capaces, más competitivos, sin mostrar debilidades, y por desgracia el amor, el cariño y en general, todos los sentimientos, se están convirtiendo en algo relacionado con personas “débiles”. Es una auténtica estupidez porque al final todos tenemos sentimientos y sentimos ese afecto por muchas personas. Sin embargo, mostrarlo en público puede ser, para muchos, algo contraproducente. Pedir cariño se ve como una debilidad, cuando en realidad es una necesidad muy natural por nuestra parte. Debemos sentirnos bien acogidos por los demás, por esas mismas personas por las que nosotros sentimientos afecto. Esto se hace mucho más importante en la infancia, cuando esa necesidad es absolutamente imprescindible, sobre todo en el entorno familiar. Si no lo hemos recibido de la manera en la que nos gustaría, tal vez proyectemos esa necesidad hacia nuestra pareja en el futuro, haciendo que la relación sea algo más complicada puesto que nos obsesionamos con el afecto, sobre todo con recibirlo.

Cómo demostrar afecto a nuestra pareja

mostrar-afecto-2

Partimos de la base de que estamos sintiendo algo muy especial e intenso por la persona con la que estamos, porque de otra manera deberíamos plantearnos si de verdad necesitamos estar con esa persona. A veces las relaciones se pueden enfriar, por el propio tiempo, por la rutina, por todo lo que acaba convirtiendo en aburrido lo que antes era excitante. Sin embargo, el cariño nunca debe faltar en la pareja, demostrando que hemos sabido madurar en la relación y la hemos llevado a un nuevo nivel, tal vez menos intenso pero más afectivo. El afecto se puede demostrar todos los días con pequeños detalles que deberíamos tener ya muy asimilados. Desde preguntarle a nuestra pareja por cómo le ha ido el día y escucharla con atención, hasta preparar una cena especial, acompañarla a cualquier lugar que lo necesite, ayudarla en los momentos en los que sabemos que lo puede estar pasando peor… Este tipo de detalles no cuestan demasiado y además suelen revertir también en nosotros mismos, no solo por esa sensación de estar dando cariño, sino también por ser algo recíproco con la otra persona.

Falta de afecto: un peligro para la relación

Llevar una relación durante años no es algo sencillo, ni mucho menos. De hecho, los datos están ahí: casi la mitad de los matrimonios de las últimas décadas terminan en divorcio. Esto tiene que ver también con la ruptura de ese concepto de amor romántico para toda la vida desde hace décadas nos vendían, y que era demasiado bonito y por ende falso. Dos personas pueden quererse mucho al principio, sintiendo una gran pasión y complicidad entre ellos, pero una relación es mucho más que pasarlo bien en la cama o tener momentos puntuales de felicidad. Es convivir todo el día, todos los días, con nuestra pareja, asumir su carácter y poder expresar el nuestro, acompañarla en lo bueno y en lo malo… Y eso solo se consigue gracias al afecto, al cariño, a los detalles que de demuestran que la relación nos sigue importando cada día que pasa.

Publicado el 23 febrero, 2021 por Tatiana